IN: ¿Cuáles son esas claves para regenerar ciudades más sostenibles?
Gustavo Restrepo: Hay como 3 ó 4 temas que están muy de punta. El primero es la sostenibilidad ambiental regenerativa. Creo que ahí se abre un discurso nuevo, no solamente de sostenibilidad, sino de sostenibilidad regenerativa. Y eso es un apellido que se le aparece a la palabra sostenibilidad y que lleva consigo todo un tema de proyectos específicos, por ejemplo, los corredores verdes, que tienen que ver con los viveros urbanos y con un tema de temperatura del planeta o, digamos, de la ciudad. O sea, es un tema de confort del espacio, pero lo regenerativo implica con qué tipo de especies se pueden contar para que ese paisaje se nutra y se desarrolle. El segundo es el tema de la economía y Córdoba es abanderada hoy, creo que para la región, con la economía circular. Tiene que ver con todo lo que se aplica hoy, por supuesto, en Córdoba: es recuperar los materiales; pero no solamente está allí, sino todo lo que significa esto para la nueva industria o para la industria que se monta en un sistema de entender que hay unos nuevos pasos o unos subproductos que salen de los primeros productos. Así que esa economía circular habla, no solamente de la circularidad, sino del “bienhacer” de la materialidad, y creo que, entonces, cuando uno mira el tema de la economía y el medio ambiente, aparece ahí una enorme discusión de cómo podemos hacer sostenible un territorio entre el aprovechamiento del territorio, de la parte ambiental y la parte económica.
IN: Sostenibilidad ambiental regenerativa, economía circular… ¿cuál es la tercera clave para pensar una ciudad más amigable con el planeta y con nosotros mismos, en definitiva?
GR: Hay un tercer elemento muy importante entre la sostenibilidad y la sostenibilidad social y eso significa unas comunidades que participen en las decisiones, o sea participación ciudadana, como un tema transversal para que la discusión, la decisión política hacia dónde avanza la sociedad, sea consultada. Porque en el proceso de consulta es un problema formar, educar. Si tomamos decisiones en la economía circular, si tomamos decisiones en el manejo del medio ambiente, ¿qué piensa la gente?
IN: Y ahí tiene mucho que ver el accionar político…
GR: Exacto. Es el cuarto elemento y no menos importante: el tema de la política, el tema de la sostenibilidad política. Y no digo sostenibilidad política en que se mantenga un gobierno por siempre, digo: políticas públicas de continuidad. O sea que seamos capaces de tener una política que cada cuatro años se renueve así, no importa el color político que llegue, siempre estén esas estrategias de largo plazo que entendamos que benefician a través de la educación, que benefician a través del empleo, que benefician a través de otros elementos que componen la ciudad. O sea, ¿cuál es la visión de un político o de una política en el territorio? Cuando hablamos de movilidad, cuando hablamos de vivienda social, cuando hablamos del manejo de los ríos o del medio ambiente, el territorio verde, cuando hablamos del equipamiento público, de la infra pero también la sub. Y eso significa cómo son los edificios, dónde están los edificios, cómo están las escuelas, dónde deberían estar. Y, por supuesto, todo el tema del espacio público, que es el que sigue al resto de los elementos que hablábamos. Y eso, de alguna manera, es como la agenda del tema de la sostenibilidad hoy en ciudades. Esto, en el fondo, tiene mucho que ver con construir ciudadanía, hacer ciudadanos dentro del desarrollo de ciudades en el futuro. Latinoamérica necesita mucho de eso. A veces creemos que es más importante tener buenas ciudades y yo creo que tener muy buenos ciudadanos sería el mejor paso.
IN: ¿Es el huevo o la gallina? ¿Mejores ciudades hacen mejores ciudadanos? ¿O mejores ciudadanos hacen mejores ciudades?
GR: Hay que partir de tener unos buenos ciudadanos para tener buenas ciudades. Los ejemplos están claros en Latinoamérica. Puedes tener en Ciudad de México territorios hermosísimos que están desafortunadamente bajados o llevados a menos por la violencia, la inseguridad, el mal manejo del espacio público. Así que el problema está en tener buenos ciudadanos para que toda la inversión que se hace en la ciudad no se deteriore pronto. Y entonces no es el huevo o la gallina o la gallina y el huevo, sino hagamos las dos cosas en el mismo proceso. Eduquemos en el momento en que estamos mejorando la ciudad.
IN: ¿Cómo impacta la tecnología BIM en este camino de construir ciudades más sostenibles?
GR: BIM es la herramienta que hoy presta, de alguna manera, la mejor calidad de servicios para planificar la edificación. Eso está claro. Y la planificación (ahora entra la pregunta a la escala: la planificación) es uno de los saltos que estamos hablando aquí, constantes, sobre cómo poder poner BIM al servicio del análisis y el diagnóstico de la ciudad para poderlo poner en la sintonía de planificar desde esa información. O sea, si yo soy capaz de meter información de un edificio en un sistema que además me ofrece cómo atender, cómo mantener, en qué momento se prenden las alarmas, qué errores puedo tener, el sistema BIM podría perfectamente entrar dentro de la planificación del territorio si yo sé qué variables le pongo. Porque ahí está la clave, tener data cuantitativa y cualitativa. Cómo la levanto y cómo la pongo al servicio de poderle hacer preguntas inteligentes. Y eso significa que un intendente pueda tomar las decisiones más acertadas, en el tiempo más corto y poder dirigir el recurso económico hacia el punto… eso se llama una fórmula de las tres E: eficacia, eficiencia y efectividad. Y si un intendente comete menos errores porque tiene información, es eficaz, es eficiente y es efectivo, pues entonces el recurso público llegaría a donde tiene que llegar en el momento más adecuado.
IN: ¿Cómo ha visto Córdoba en esta visita?
GR: Me encanta Córdoba, ¿sabés? Me gusta por varias cosas. Creo que lo que vimos sembrar hace 8 años con el gobernador Schiaretti, que eran unos prototipos para poder llegar a hacer, se hizo todo: un desarrollo de lo social, se hizo una investigación de territorio y se empezó a implementar. Y lo bello es que en los últimos años no solamente se hizo eso que se propuso, sino que se multiplicó.
IN: ¿Cuál es el aspecto que más le impacta?
GR: Caminamos por las plazas de Córdoba, por los andares, por las veredas y uno reconoce que se ha ido entendiendo que el espacio público es un valor agregado para que los ciudadanos se encuentren. El haber encontrado en estos días a la gente bailando en el espacio público de Córdoba siempre me ha sorprendido. Pero eso genera cordialidad, armonía. Yo veo a Córdoba muy bien. También hay muchas cosas que faltan. Eso está en nuestra Latinoamérica. Pero yo veo que ha entendido que hay un proceso de consulta ciudadana que puede llevar al modelo y transformar no solamente el territorio, sino a los ciudadanos. Y eso significa construir ciudadanía y construir ciudades. Así que yo creo que Córdoba está avanzando. Pero además tiene otros temas de implementación muy interesantes como el tema de gobierno abierto, que sé que es un modelo de Córdoba para exportar.
IN: ¿Qué es lo que falta? ¿O por dónde seguiría usted?
GR: Creo que falta un tema de transporte público integrado que beneficie al mayor número de personas, especialmente a los que están en periferia.
IN: Ese es nuestro talón de Aquiles, ¿no?
GR: Yo creo que sí. Pero bueno, no todo está resuelto. Hay que trabajar en temas. Pero yo creo que Córdoba tiene el territorio para poder poner a rodar muy fácil porque tiene un tejido urbano muy bien marcado. Así que creo que es un tema simplemente de planificar. El Ente Metropolitano, evidentemente, está en ese proceso: los 11 municipios, incluida Ciudad Capital. Pero el ente será un instrumento como regulador del área metropolitana que permita poder entender este tema de transporte, de la interrelación entre los distintos sistemas de transporte público.
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