Trabajar rodeado de naturaleza es posible gracias a los jardines verticales (qué son y cuánto cuestan)

(Por Diana Lorenzatti) Su estética visual es llamativa y son adaptables a cualquier espacio. Además traen muchos beneficios, por eso las empresas están adoptando colocar estas estructuras en sus oficinas. Qué características tienen y cuánto cuestan.

 

Un jardín vertical es una especie de “pared vegetal” que se puede instalar tanto en espacios interiores como en exteriores al aire libre. Suelen estar cubiertas de plantas de distintas especies y esta técnica integra tanto la vegetación como la arquitectura. Los jardines verticales no solo son estéticos a la vista, además, ofrecen ventajas para quienes cuentan con uno propio o tienen alguno cerca de su hogar.

Hay diferentes tipos de jardines verticales: manuales o rudimentarios y automatizados. El tipo de jardín va a depender del destino que tenga. Principalmente, el jardín vertical comenzó como una iniciativa de las desarrolladoras para los edificios (porque debían colocar alguna obra de arte o escultura en su espacio), pero la tendencia y demanda fue cada vez mayor, hoy ya se pueden ver en barrios, casas, shoppings, lugares gastronómicos, etc. Las empresas, por su parte, comenzaron a rellenar sus oficinas y “decorarlas” con estas estructuras. 

Según un estudio, tener plantas en el lugar de trabajo mejora en un 40% la eficiencia y productividad. “Es muy laborioso y requiere de un trabajo detallista. A la gente le gusta. Se puede hacer con caños de pvc cortados y si no, nosotros realizamos el jardín con una estructura metálica como una placa de diferentes grosores que surgen del reciclado del tepack, tiene un acabo para que se pueda proteger por la exposición al aire libre. Cuenta con un sistema de riego automático que facilita el cuidado de las plantas, ya que necesitan humedad, sustrato y ciertos nutrientes. Al estar automatizado se cuidan solas”, explica Soledad Ramé, de Bien Verde.

En cuanto a las plantas que lleva el jardín, hay muchas variedades, algunas se reproducen más que otras y la elección depende del lugar en el que se coloque (interior o exterior). 

“El jardín vertical es un producto en sí mismo”, indica Soledad. Se vende por m2 y lleva alrededor de 25 a 30 plantas. Para determinar si el espacio es válido para colocar un jardín vertical, se deben tener en cuenta condiciones como el alto y ancho del lugar, la estructura y material de la pared, entre otras características como luz (natural o artificial), vientos, etc. El precio de un jardín vertical puede ir desde los $ 200.000. 

En Córdoba esta tendencia cobró fuerza en empresas tecnológicas, de la mano de diseñadores y arquitectos, lugares gastronómicos y espacios comerciales como locales o shoppings. 

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