Y a falta de Cirque du Soleil, Circo del Sol sin “flacos y pobres” leones...
César Paschetto: "Estimado Íñigo, el domingo llevé a mis dos hijos (3 y 7 años) al Circo del Sol. Hacía más de 20 años que no entraba a uno y me volvieron todos los recuerdos a mi cabeza de cuando yo tenía 10 años: todos los mismos números, los mismos olores, los trapecistas, los chistes de los payasos, las fotos en los llaveros y el infaltable `Globo de la muerte´. La única diferencia es que tenían unas motos `un poco´ mas modernas. Realmente la pase bárbaro porque vi reflejada mi alegría en la cara de mis hijos que disfrutaron a rabiar cada acto y lo mejor sin la necesidad de tener ningún `flaco y pobre león´ para divertirnos”.
César Paschetto: "Estimado Íñigo, el domingo llevé a mis dos hijos (3 y 7 años) al Circo del Sol. Hacía más de 20 años que no entraba a uno y me volvieron todos los recuerdos a mi cabeza de cuando yo tenía 10 años: todos los mismos números, los mismos olores, los trapecistas, los chistes de los payasos, las fotos en los llaveros y el infaltable `Globo de la muerte´. La única diferencia es que tenían unas motos `un poco´ mas modernas. Realmente la pase bárbaro porque vi reflejada mi alegría en la cara de mis hijos que disfrutaron a rabiar cada acto y lo mejor sin la necesidad de tener ningún `flaco y pobre león´ para divertirnos”.