Mar 04/03/2008
Fernando P. Arriete: “Íñigo, en relación a la nota `Definitivo: Juan y Christian Maggio son inocentes´, (ver aquí) quiero decirle que así como usted está en todo el derecho de ejercitar su justicia periodística, yo también -como lector- puedo hacerlo. Los hermanos Maggio me contrataron como gerente de ventas internacionales de SW (tras 13 años de estar en American Airlines) cuando empezaron los vuelos internacionales y al staff le faltaba personal experimentado en el área comercial internacional. Renuncié a American Airlines confiando en el proyecto de estos dos mentirosos… Por ellos y con la complicidad de funcionarios policiales y judiciales estuve 3 años procesado, enfrentando un juicio oral de casi 4 meses y 647 días privado de mi libertad. El juicio demostró contundentemente que nada tenía que ver yo con lo hechos investigados y por unanimidad me absolvieron, sin dejar dudas de mi buen nombre y honor y el de mi familia. En la misma resolución de mi Absolución el Tribunal envió lo actuado en el Juicio Oral para que la Cámara de Apelaciones en lo penal económico revea la situación de los Maggio ante la Justicia.
Este sería otro fabuloso caso de justicia periodística para encarar en su Diario (por si los lectores tampoco lo vieron el los diarios nacionales, ya que también salió bien escueto). Espero que la justicia periodística no sea sólo para aquellos que juegan al Golf en el Court de Villa Allende (Christian Maggio) o para aquellos que viven en palacetes de U$S 1.500.000 (Juan Maggio). Saludos cordiales”.
Soledad: “Yo -que tengo 35 añitos ya- porto los dos apellidos igual que mis 3 hermanos y opté por nombrar a mi bebé también con esta consigna (aunque resigné uno de los dos, por eso de la progresión geométrica en la suma de apellidos).
Me parece muy importante tener la opción de hacerlo, ya que sino no queda vestigio en el nombre de la rama materna.
¿Hacerlo obligatorio? No creo, cada uno puede hacerlo si lo considera relevante. En mi caso lo es”.
Opiná aquí.