Diecisiete palabras bastaron para provocar un desplome generalizado de los activos argentinos. Fueron las que conformaron el escueto comunicado que envió el Ministerio de Economía el lunes por la noche, a través del que informó que la licitación para el canje del bono Dual AF20 se había declarado desierta. Tras ello, la reacción del mercado no se hizo esperar.
Tanto las acciones como los bonos locales iniciaron la rueda mostrando caídas pronunciadas. Y la tendencia no se modificó tras un segundo comunicado emitido por la cartera que conduce Martín Guzmán, en el que con fuertes críticas a la gestión anterior y a un segmento de los acreedores anunció el reperfilamiento del bono Dual AF20, del que pagará intereses pero postergará al 30 septiembre su amortización.
Los bonos soberanos en dólares perdieron entre 4% y 6%, llevando las paridades a retroceder a un rango de 42% para los de ley local y al 44% entre los de ley extranjera. El panorama no fue mejor para los títulos en pesos, que cayeron entre un 5% y 10%. Pero ninguno de los deterioros alcanzó el nivel del AF20, que perdió 30,8%.
Ante este escenario, el riesgo país creció 5,5% –104 unidades– y escaló a 1997 puntos básicos.
"La licitación desierta fue una muy mala señal, y creo que fue el último de una serie de traspiés, tras el manejo de la provincia de Buenos Aires con el BP21 y la decisión de ofrecer un canje por el AF20 con paridades muy poco atractivas. Muestra un grado de improvisación importante. Había otras opciones, y si bien emitir tiene un costo, creo que hubiera sido menor que reperfilar", analizó Martín Vauthier, economista y director de Eco Go.
Precisamente a esa posibilidad se refirió el presidente del Banco Central (BCRA), Miguel Pesce, en declaraciones radiales. "Si emitíamos $ 100.000 millones para pagar el Dual, esos pesos iban a a ir a brecha", dijo.
"Ahora se abre más incertidumbre, sobre todo vinculada a la reestructuración de la deuda en dólares. Y por eso es que es más importante que nunca que aparezca el programa económico y que se avance rápido con la cuestión de la deuda. Si siguen las demoras, seguirá sin bajar el riesgo país, no se recuperará la demanda de dinero y la economía se mantendrá expuesta a riesgos innecesarios, como los que vemos ahora", agregó Vauthier.
Para Santiago Abdala, director de Porfolio Personal Inversiones (PPI), este martes se vio "una primera reacción muy negativa" del mercado que "responde a que la oferta de letras que licitó el Gobierno no era atractiva". En ese sentido, añadió: "Hubiera sido una señal de apoyo muy fuerte por parte del mercado que, ante estos instrumentos, se reuniera un porcentaje alto de aceptación. Pero ante este tipo de escenarios, los inversores tienen más a retraerse".
La reacción del mercado impactó también en el segmento de renta variable. Las acciones de las compañías argentinas cayeron hasta 4,9% en la Bolsa local y 3% en promedio en Wall Street.
Las caídas de los papeles se reflejaron en un nuevo deterioro del S&P Merval, que perdió un 2,99% en una plaza que mostró a todas las acciones operando en rojo. Así, el índice perforó el piso de 40.000 puntos para concluir en 39.824,50 unidades.
"Lo que necesitan las compañías es tener un clima favorable de negocios y este tipo de medidas rompe con eso. Se acerca el momento de entrar en detalles de lo que será la reestructuración, y el mercado ve que va a implicar un momento doloroso para los inversores. Eso no deja exentas a las compañías, por eso es inevitable que se refleje en el precio de las acciones", explicó Abdala.
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