Mar 05/02/2008
"Aquellas dos imágenes le habían entrado por los ojos como la instantánea percepción de la felicidad. Porque es así como te fastidia la vida. Te pilla cuando todavía tienes el alma adormecida y siembra en su interior una imagen, o un olor, o un sonido que después ya nunca puedes sacarte de encima. Y aquella era la felicidad. Lo descubres después, cuando ya es demasiado tarde. Y ya eres, para siempre, un exiliado: a miles de kilómetros de aquella imagen, de aquel sonido, de aquel olor. A la deriva". Alessandro Baricco, Tierras de Cristal. (Un aporte de Silvia Vera Tovar)
- "Aquellas dos imágenes le habían entrado por los ojos como la instantánea percepción de la felicidad. Porque es así como te fastidia la vida. Te pilla cuando todavía tienes el alma adormecida y siembra en su interior una imagen, o un olor, o un sonido que después ya nunca puedes sacarte de encima. Y aquella era la felicidad. Lo descubres después, cuando ya es demasiado tarde. Y ya eres, para siempre, un exiliado: a miles de kilómetros de aquella imagen, de aquel sonido, de aquel olor. A la deriva". Alessandro Baricco, Tierras de Cristal. (Un aporte de Silvia Vera Tovar)