Facundo Martín Patiño, artífice de esta historia de éxito, recuerda cómo comenzó todo: "Vimos un nicho sin explotar en plena crisis económica. Decidimos apostar por la producción local, aprovechando la abundancia de leche de cabra en la región y el compromiso de nuestros pequeños productores".
Lo que empezó como una pequeña iniciativa se convirtió en un complejo sistema de recolección que abarca diversos circuitos en la región, desde la Batea hasta Duraznal. Con productores que dedican sus días al cuidado de sus rebaños, la leche fresca llega diariamente a la planta de Cabaña San Marcos, donde se convierte en quesos, ricotas y otros lácteos 100% caprinos.
"Nuestro objetivo es producir alimentos saludables de manera responsable", afirma Patiño durante nuestra visita. Esta misión no solo se refleja en la calidad de los productos, sino también en el impacto social de la empresa, que brinda oportunidades económicas a los pequeños productores de la región.
Aunque la mayoría de su producción se destina a mercados más grandes como Buenos Aires, Patiño reconoce un potencial aún sin explotar en el mercado local, y confía en que el creciente interés por los productos gourmet y saludables abrirá nuevas puertas en el mercado cordobés.
Como en cada ocasión que nos encontremos, reiteramos la invitación a sumarte, a seguirnos, a ser parte de esta movida que involucra a todos los cordobeses, porque todos #somosutuco.
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