Coca-Cola de Argentina incorporó a Evangelina Suárez como gerente general para la Argentina, Paraguay y Uruguay. Se convirtió, así, en la primera mujer en ocupar este rol para estos países.
Suárez volvió a su país natal, tras haber liderado a la compañía en Perú. Su carrera en Coca-Cola se inició en 2011, cuando ingresó como directora de Estrategia para la región de América latina Sur. Luego, tuvo a su cargo la dirección de Franquicias de Argentina y Paraguay.
Sin embargo, la llegada de la nueva CEO sigue siendo un caso aislado dentro del mundo de los negocios y, especialmente, el de las grandes corporaciones: según una encuesta realizada por la consultora Grant Thornton, en el país, el número de mujeres que ocupan puestos senior de alta dirección en la Argentina cayó 3 puntos porcentuales en 2018 en relación con el año anterior y, apenas, rozó el 20 por ciento.
En el resultado global del estudio se vio, en cambio, un salto llamativo hacia arriba. Mientras que, en los últimos cinco años, el número de mujeres en posiciones de dirección rondaba el 23%, en los pasados 12 meses, subió hasta el 29 por ciento.
"Este es un estudio global, en el que, hace unos ocho años, se miden estas cuestiones de género. Las regiones a las que mejor les va son África y Europa del Este. En cambio, América latina es la de mayor brecha de género y la Argentina es uno de los que peor situación tiene", destacó Matiana Behrends, directora de Gestión de Personas de Grant Thornton Argentina. Según el informe, en Brasil, el 93% de las empresas tiene, al menos, una mujer en posiciones senior. En México, el 81%. En la Argentina, el 57.
Aunque la encuesta no aporta información sobre el porqué del retroceso local, una explicación posible esté dada por la crisis económica. Sobre todo, porque no muestra relación con un contexto social que reclama mayor paridad de género en todos los ámbitos, incluido el laboral.
En tanto, los resultados globales parecen indicar que las empresas se están haciendo eco de las investigaciones que aseguran que las organizaciones con mayor diversidad en sus directorios tienen mejores resultados de negocios. Además de demostrar de la incidencia que movimientos como el #MeToo tuvieron en el mundo de las corporaciones.
"En la Argentina, estamos lejos del momento en que las mujeres que llegan a dirigir empresas sean la norma y no la excepción. Hay algo que tiene que ver con que se las ubica en roles de cuidado y eso compite con la carrera profesional. Todavía, a la hora de pensar en promociones (especialmente, en los puestos intermedios), a las candidatas, se les pregunta por los hijos. Con los varones, no pasa", agregó Behrends. Según Gran Thornton, en el país, son mujeres el 25% de los CEO y el 24% de los CFO.
Y es precisamente ese el momento en el que, al no llegar el ascenso, muchas se replantean qué hacer con su carrera. En la búsqueda de mayor flexibilidad, comienzan a trabajar medio tiempo o freelance. Allí, muchas empresas pierden talento que, en muchos casos, formaron por años.
En muchos casos, la manera de nivelar la cancha implica una mejora para la situación laboral de los varones: mayores licencias por paternidad o días para el cuidado de los hijos, entre otras iniciativas. Al repartir las responsabilidades de cuidado, la diferencia de género podría empezar a pesar menos en el desarrollo de una carrera profesional.
"Hay algo que tiene que ver con el mérito propio en aquellas que llegaron. Pero, también, está vinculado con culturas organizacionales que facilitaron el desarrollo profesional. No hay que quedarse en la que lo logra, sino en culturas organizacionales que faciliten y valoren en talento de la mujer", concluyó Bherends.
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