La ola de calor que atravesó la semana pasada más de la mitad de la Argentina obligará al Gobierno a definir nuevas importaciones de energía, con un millonario costo en dólares.
Después de alcanzar dos récords históricos de consumo eléctrico, la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico licita la compra de combustibles para reforzar el stock del parque de generación de energía térmica, que sirvan para la sustitución del uso de gas natural en las centrales.
El resultado de la licitación se conocerá este martes y será para barcos que ingresen con 400.000 m3 de gasoil y 280.000 toneladas de fuel oil entre diciembre y marzo. El costo rondaría los 300 a 400 millones de dólares, estiman fuentes de la Secretaría de Energía.
En el pico de consumo, las centrales termoeléctricas utilizaron más de 20.000 m3 diarios de gasoil que habrá que reponer en las próximas semanas.
Con temperaturas agobiantes en los principales centros de consumo, especialmente en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el Sistema Argentino de Interconexión (SADI) registró el pasado martes 6 de diciembre un récord de demanda de potencia eléctrica de 28.283 megavatios (MW) y superó la marca registrada en enero de este mismo año. Asimismo, ayer se superó el récord de consumo para un domingo, con más de 23.642 MW.
Sistema eléctrivo al límite
La respuesta del sistema eléctrico fue tomar la mayor cantidad posible de importaciones de electricidad de Brasil y Uruguay (más de 2000 MW), aunque en los momentos más críticos la reserva térmica fue de apenas 71 MW.
Fuentes que conocen el sector aseguran que no hubo riesgo de colapso, pero sí existió la posibilidad de tener que cortarles el gas a las industrias, incluso en la previa del verano, para derivar el combustible a las centrales de generación eléctrica.
Aunque no hubo riesgo de colapso, sí se analizó cortarle el gas a industrias
El sistema estuvo al límite no solo por la alta demanda, sino también por un sabotaje a una línea de extra alta tensión (500 kilovoltios, kV) en la Patagonia, desperfectos en las tres centrales nucleares (Atucha I y II y Embalse; en total, solamente aportaron 180 MW sobre 1760 MW posibles) y la reducción de entregas de gas por parte de Bolivia.
Otro factor, que conocedores del sistema explican que es determinante, fue la alta indisponibilidad (9000 MW) del parque térmico, por la falta de mantenimiento causada en la baja remuneración que paga el Estado a las centrales ya amortizadas y menos eficientes. El Gobierno prepara una mejora para apurar las inversiones en las unidades que operan a gas, gasoil y fuel oil.
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