La Policía de Londres detuvo este jueves a Julian Assange, fundador de Wikileaks, tras la decisión de Ecuador de retirarle el asilo diplomático, según confirmó el propio cuerpo policial a través de su cuenta de Twitter.
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, también confirmó el fin del asilo concedido a Asange, que permanecía en la embajada desde junio de 2012.
En su mensaje, el mandatario aseguró que el Reino Unido le confirmó por escrito "la garantía de que el señor Assange no sería entregado en extradición a un país en el que pueda sufrir torturas o pena de muerte".
Ecuador decidió soberanamente retirar el asilo diplomático a Julian Assange por violar reiteradamente convenciones internacionales y protocolo de convivencia. #EcuadorSoberanopic.twitter.com/V02pvvtPY0
— Lenín Moreno (@Lenin) 11 de abril de 2019
Assange ingresó a la embajada en 2012, cuando era inminente su detención por una orden europea emitida por Suecia. El país escandinavo lo reclamaba por dos acusaciones de presuntos delitos sexuales, que luego no prosperaron.
El periodista se refugió en la sede y dos meses después el entonces presidente ecuatoriano, Rafael Correa, le concedió asilo. Más adelante, le dio también la nacionalidad ecuatoriana.
Con el final del mandato de Correa y la llegada al poder de Lenín Moreno, las relaciones entre Assange y Ecuador se fueron deteriorando hasta el punto de cortar sus comunicaciones e impedir las visitas desde el exterior salvo las de sus abogados. El final de esa novela es la retirada del asilo diplomático.
"Ecuador decidió soberanamente retirar el asilo diplomático a Julian Assange por violar reiteradamente convenciones internacionales y protocolo de convivencia(...) Conceder asilo o retirarlo es facultad soberana del Estado ecuatoriano", señaló el mandatario ecuatoriano, que además criticó "la conducta irrespetuosa y agresiva" del fundador de Wikileaks.
Correa, en tanto, criticó la decisión y tildó a Moreno de "el traidor más grande de la historia ecuatoriana y latinoamericana" por permitir la detención de Assange. "Moreno es un corrupto, pero lo que ha hecho es un crimen que la humanidad jamás olvidará", añadió.
Quien también criticó lo sucedido fue Edward Snowden, ex empleado de la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU (NSA), refugiado hoy en Rusia y con quien Assange comparó en varias oportunidades.
El traidor más grande de la historia ecuatoriana y latinoamericana, Lenín Moreno, permitió que la policía británica entre a nuestra embajada en Londres para arrestar a Assange.
— Rafael Correa (@MashiRafael) 11 de abril de 2019
Moreno es un corrupto, pero lo que ha hecho es un crimen que la humanidad jamás olvidará. https://t.co/GwZ4OLreuo
"Las imágenes del embajador de Ecuador invitando a la policía secreta del Reino Unido para arrastrar a un autor de (te guste o no) periodismo ganador de premios terminarán en los libros de historia. Los críticos de Assange pueden celebrar, pero es un momento oscuro para la libertad de prensa", escribió en Twitter.
Wikileaks
Entre los países que pretenden extraditar a Assange figura EE.UU. cuyo Departamento de Justicia tiene preparada una acusación judicial en su contra, que a través de Wikileaks divulgó herramientas cibernéticas de la CIA y tuvo un papel central en la presunta injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016.
WikiLeaks fue fundado en 2006 y a través de su plataforma se publicaron documentos filtrados, emitidos por organizaciones públicas o privadas, que llegaron a los servidores de la organización a través de fuentes que ni siquiera el propio equipo de WikiLeaks puede señalar, para cuidar su privacidad.
Entre los materiales de mayor resonancia publicados por el sitio se cuentan el Manual del Centro de Detención de Guantánamo, así como el video “Asesinato colateral” obtenido por las fuerzas armadas estadounidenses en Bagdad, y los diarios de guerra en Afganistán e Irak.
También tuvo mucha repercusión el llamado “Cablegate”, donde se revelaron cientos de miles de cables diplomáticos, entre los cuales, por ejemplo, hay algunos emitidos por el Vaticano que dan cuenta del apoyo que algunos obispos venezolanos ofrecieron al golpe que quiso destituir a Hugo Chávez de la Presidencia en 2002.
En el caso argentino, los cables revelaron la preocupación de la embajada estadounidense por la salida de Martín Redrado del Banco Central tras su enfrentamiento con la por entonces presidenta Cristina Kirchner; además de las críticas del matrimonio Kirchner al fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, su otrora aliado, entre otros temas.
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