Hoy en día convivimos con más de 4.270.000 de aplicaciones, un número gigantesco y contando solo la cantidad de apps que hay en las dos tiendas más importantes a nivel mundial: Google Play y App Store. Por eso, viendo esa cifra -y en un mundo que parece que ya se ha inventado todo- cada día surge con más fuerza la interrogante: ¿qué tipo de app debo hacer?
Desde BairesDev, la empresa de desarrollo de software de mayor crecimiento de América Latina, Alejandro R. Schneideroff viene a responder nuestra pregunta sobre cómo hacer una app eficientes y de qué manera lograrlo.
Cómo hacer una aplicación móvil
Gracias a la proliferación de diversos dispositivos, en la actualidad podemos encontrar diferentes maneras de realizar una aplicación para nuestro teléfono. Las detalladas a continuación son 4 de las más utilizadas hoy, donde la elección entre una u otra dependerá de las características de nuestra app (hacia qué público va dirigida) y de los recursos con los que contemos.
Sitio Web Responsive
Esta es la opción más sencilla y rápida a la hora de contar con una herramienta accesible desde cualquier dispositivo. Un sitio web responsive se adapta a cualquier pantalla y sistema operativo y con solo un equipo de desarrollo web podemos obtener una aplicación única, la cual podremos acceder mediante una dirección URL. Esta opción tiene como ventaja la accesibilidad desde cualquier plataforma, un bajo costo de desarrollo y la posibilidad de contar con una experiencia rica. Sin embargo, es importante remarcar que este tipo de sitios requiere una conexión a internet permanente para poder utilizarlo y que algunas de las funcionalidades propias del teléfono (como el giroscopio o los comandos por gestos) no están disponibles para su uso.
PWA (Progressive Web Application)
Las PWAs son una alternativa muy de moda actualmente dada su adaptabilidad a una gran variedad de casos. Una PWA es un sitio web con servicios programados en JavaScript, llamados service workers, pero que a simple vista parece una app (vease la versión Lite de Twitter o la de Windows 10). Esto es así debido a que podemos ejecutarla a pantalla completa de manera autónoma y offline, y podemos ubicarla con un ícono en la home junto a las demás apps. Un detalle altamente beneficioso ya que las PWAs no ocupan espacio de almacenamiento ni memoria RAM ni tampoco requieren el proceso de validación de las tiendas de Apple o Google para estar disponibles para los usuarios. Sin embargo, las PWAs presentan algunas limitaciones, especialmente en iOS, donde no podremos contar con algunas de las posibilidades de las apps nativas (como las notificaciones push).
Aplicaciones híbridas
Un escalón más alto en cuanto a las anteriores son las aplicaciones híbridas, como las realizadas con React Native. Su nombre viene de su característica, ya que no son aplicaciones nativas -consisten en un WebView ejecutado en un contenedor nativo-, ni tampoco están basadas en Web, ya que se empaquetan como apps. Entre los beneficios que ofrecen, las apps híbridas solo necesitan un único código fuente para desarrollar sus versiones para iOS y Android, lo que hace que el mantenimiento, la corrección de errores, y el añadido de nuevas funciones se realice más rápidamente para ambas versiones. Además, las mismas son desarrolladas mediante JavaScript, el lenguaje de programación más popular de acuerdo al relevamiento del conocido sitio Stack Overflow. Si a ello le sumamos la posibilidad de usar Node.js, la versión de JavaScript para programar en servidores, podemos utilizar el mismo equipo de desarrollo para crear la app en servidores, web y dispositivos móviles.
Aplicaciones nativas
Finalmente tenemos a las aplicaciones que la mayoría conoce como tal. Estas apps son aquellas programadas en el lenguaje propio de cada plataforma, trayéndonos la posibilidad de 3 desarrollos distintos: web, Android y iOS (las más populares), teniendo en cuenta que para cada plataforma necesitaremos 3 equipos de desarrollo distintos. Entre las ventajas más notorias es la capacidad de ofrecer una experiencia de usuario superior, con performance sin sobresaltos, y un entorno -tanto visual como optimizado- que aprovecha al máximo las posibilidades de cada dispositivo. Además, ofrecen un grado más alto de seguridad, dado que las validaciones de la App Store y de Google Play se cercioran que la calidad alcance los estándares mínimos que garanticen la protección de los usuarios. Es cierto que entre otras cuestiones, desarrollar este tipo de apps garantiza una calidad superior pero a un costo mayor, ya que necesitaremos expertos para cada sistema, sin contar el mayor trabajo que implica actualizar las mismas en cada plataforma diferente.
En conclusión, toda empresa que provea un servicio a usuarios o empleados encuentra en las apps a unas aliadas indispensables, lo cual nos deja en claro que primero hay que ver cuáles son las necesidades de la empresa o target al cual apuntamos (también teniendo en cuenta nuestros recursos), para determinar qué tipo de app necesitamos desarrollar para que el resultado sea algo eficiente y original.
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