“El mundo es una ostra, ¡pero no la abres desde un colchón!”, dice Willy Loman, el protagonista de la obra de teatro “Muerte de un Viajante”. En ese personaje, Arthur Miller resume (y critica) al “sueño americano”, una promesa que gira en torno al concepto de “self-made man” y que presupone que, en Estados Unidos, todo se consigue con un poco de trabajo duro.
Aunque nuestro presente dista de la Nueva York de mediados del siglo pasado que Miller describe, aún son muchos quienes todavía persiguen ese sueño. Según afirman desde el estudio Inés Bloch Law -firma especializada en inmigración-, tras la reciente reapertura de la actividad consular esperan que “haya un nuevo boom de inversores argentinos queriendo solicitar este tipo de documentación en los próximos meses".
En diálogo con InfoNegocios, Inés Bloch y Solange Muleiro (miembros de Inés Bloch Law), resumieron las principales visas disponibles para profesionales y empresarios. A continuación, cómo dar el primer paso para levantarse del colchón y abrir la ostra…
E-2: La más solicitada
A partir del primero de septiembre se reanudaron en Argentina las entrevistas para las visas E-1 y E-2 (aunque aún se siguen difiriendo los turnos). Según Muleiro, actualmente el segundo de estos dos es el permiso de trabajo más solicitado. “Recibimos muchas consultas de personas interesadas en esta visa, es más flexible porque no es necesario que el postulante cuente con una oferta laboral” resume la abogada.
Para calificar a la E-2, es necesario que el aplicante esté en condiciones de realizar una inversión de entre US$ 180.000 y US$ 200.000. Cabe destacar que ese monto debe servir para impulsar un emprendimiento nuevo, que debe contar con al menos dos empleados.
En ese sentido, Bloch aclara: “Es importante entender la lógica detrás de estos procesos: estas visas se entregan con el propósito de que el inversor pueda ir a Estados Unidos a manejar su negocio. Puede ser cualquier tipo de negocios, pero deben generar empleo y pagar impuestos; por eso es que inversiones inmobiliarias -como puede ser la de una vivienda propia, por ejemplo-, no suelen ser consideradas. Se debe demostrar que ese monto invertido ha servido exclusivamente para el proyecto empresarial”.
E-1: Para intercambio comercial
A diferencia del caso anterior, para la E-1 no es necesario que el postulante realice ningún tipo de inversión en territorio norteamericano. Esta visa facilita el intercambio comercial de productos, servicios y tecnología desde -o hacia- Estados Unidos.
“En este caso, no se requiere que la persona interesada cuente con una estructura dentro de los Estados Unidos. Lo que importa es que el empresario efectúe transacciones entre los dos países, por un monto de aproximadamente US$ 300.000 anuales. Además, las ganancias deben volver al país de origen; en el caso de Argentina, esto último muchas veces significa un desincentivo” advierte Muleiro.
Tanto en el caso de la E-1 y E-2, los permisos migratorios tienen una duración de hasta 5 años, período tras el que deben ser renovados; si los negocios funcionan, se pueden extender de forma indefinida. Al mismo tiempo, ambas implican el otorgamiento de un permiso de trabajo para los cónyuges de sus beneficiarios, lo que -según explican desde Inés Bloch Law-, “puede abrir la puerta a que empresas apoyen una posterior solicitud de green card”.
EB-5: La opción en conflicto
De las 5 visas aquí detalladas, la EB-5 es la única mediante la cual se puede obtener una green card de forma directa y residir de manera permanente en Estados Unidos. Para ella, las condiciones son invertir US$ 500.000 dólares y generar por lo menos 10 puestos de trabajo.
Sin embargo, durante la administración del ex-presidente Donald Trump, los requisitos fueron revisados, y el monto a invertir fue duplicado. Posteriormente, la Corte Suprema de Estados Unidos emitió un fallo revocando dichas modificaciones, lo que dejó a este programa en un limbo y sin una renovación para 2021, aunque se esperan definiciones al respecto antes de fin de año.
L: Para trabajadores de subsidiarias
La visa L es una opción para transferencias de ejecutivos y/o gerentes entre empresas con subsidiaria en Estados Unidos. Es accesible para empresas que cuenten con una estructura de más de 20 empleados en Argentina.
O: La puerta de entrada para talentosos
“Este permiso de trabajo apunta a profesionales o personas creativas, que se encuentren dentro del ‘top 10’ de su campo; deben contar con habilidades extraordinarias”, así resume Muleiro el principal requisito para la visa O, una opción poco solicitada pero que, según la abogada “tiene bastante salida en Argentina, por ser un país en donde hay mucha gente talentosa”.
Según Bloch, esta alternativa fue considerada por muchos de sus clientes durante la pandemia, ya que a diferencia de la E-1 Y E-2, nunca se suspendieron los turnos. Sobre la documentación necesaria, especificó que varía según el perfil y rubro en el que se desarrolla cada postulante, pero puede incluir: publicaciones académicas, premios o reconocimientos personales de alcance nacional o internacional, publicaciones en prensa, y cartas de recomendación, entre otros.
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