Así ha ido evolucionando la representación femenina en los altos mandos los últimos cuatro años.
10.000 empresas y 5.500 directivos de 36 economías participaron del estudio anual de la consultora global Grant Thornton, que analiza los desafíos del liderazgo femenino en el ámbito laboral.
En el mundo, las empresas han dado un paso adelante, pero un paso atrás en cuanto a la proporción de mujeres en puestos de liderazgo. Significativamente más empresas (75% en 2018 vs 66% en 2017) cuentan hoy con al menos una mujer en el equipo de alta dirección, pero la proporción de mujeres en los equipos se redujo del 25% al 24%, según los datos recolectados.
En América Latina, México continuó su tendencia de mejorar la participación femenina en los equipos senior por tercer año consecutivo, con el 75% de las empresas reportando al menos una mujer en la alta gerencia y el 34% de las posiciones senior ocupadas por mujeres. Brasil también mostró una mejoría en ambas métricas, los porcentajes de negocios con al menos una mujer en la alta gerencia aumentaron de 58% a 61% y los roles principales ocupados por mujeres de 23% a 29% respectivamente.
En el país, el 23% de los puestos directivos son ocupados por mujeres, y el 58% de las empresas argentinas tienen al menos una mujer en puesto de liderazgo ejecutivo. Se trata de un incremento del 5% entre un año y otro, con un porcentaje de mujeres en alta gerencia de 53% y de roles senior ocupados por mujeres en un 18%, en 2016.
“Si la tendencia se mantiene, se estima que no alcanzaremos la paridad de género hasta 2060”, destaca Carolina Salamanca, gerente senior de Marketing, Comunicaciones y Desarrollo de Negocios para América Latina y Caribe de Grant Thornton.
Así faltarían 32 años para lograr la paridad 50 y 50 en la dirección de empresas.
La política no alcanza
El informe de Grant Thornton investiga el papel que tienen las políticas empresariales y gubernamentales para generar cambios.
La investigación revela que la introducción de políticas por sí sola no es suficiente para impulsar un progreso real. Es necesaria una cultura de inclusión más amplia promovida desde arriba para generar cambios. El progreso en el número de empresas con mujeres en la alta dirección ha sido impulsado principalmente por economías emergentes como África (donde el 89% de las empresas tienen al menos una mujer en la alta dirección) y Europa Oriental (87%), mientras que América Latina ha visto el mayor aumento (de 52% a 65%). Pero también ha habido un aumento significativo en las regiones desarrolladas, como América del Norte (del 69% al 81%) y la Unión Europea (UE del 64% al 73%).
Los datos muestran que las políticas de igualdad de género son abundantes y generalizadas: el 81% de las empresas adopta el mismo salario para hombres y mujeres que desempeñan las mismas funciones y el 71% implementa políticas de no discriminación para la contratación. Las medidas que apoyan a los padres que trabajan también son populares entre las empresas, incluyendo la licencia parental remunerada (59%), horario flexible (57%) y trabajo a tiempo parcial (54%).
Sin embargo, no existe una correlación clara entre cuáles y cuántas políticas tienen las empresas y la diversidad de género de sus equipos de alta gerencia. Ninguna política por sí sola parece impulsar la diversidad de género, y las regiones en las que las empresas tienen la mayor cantidad de políticas establecidas -África, la UE y América del Norte- demuestran niveles muy diferentes de diversidad de género en el liderazgo empresarial.
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