Al término del cambio de guardia de las 17 hs., en el edificio público más importante de la ciudad, un grupo de jóvenes irrumpieron en la explanada arrojando folletos con inscripciones en contra del gobierno alemán y de los propios griegos que apoyan el pago de la deuda griega.
La protesta, mucho menos alborotada si la comparamos con aquellas que los argentinos recordamos de 2001, continuó con la aparición de dos grupos más, ante más 200 turistas y transeúntes locales. Uno de ellos, a favor de la salida del Estado de la Unión Europea, aunque eso conlleve el olvido del euro como moneda oficial y complique todavía más la economía local y las relaciones diplomáticas con el resto de la Zona Euro. El otro, apoyando el pago de las obligaciones contraídas con el FMI y apostando a ajustarse el cinturón en pos de la estabilidad económica y la conservación de las relaciones diplomáticas. Y aunque la policía local se mantuvo atenta durante toda la protesta, en ningún momento vi actos de vandalismo ni de violencia. De hecho, una hora más tarde, la plaza Syntagma -ubicada frente al Parlamento- quedó despejada y de la protesta sólo quedaron los volantes en el piso y algunos efectivos de la Elliniki Astynomia, el servicio policial helénico, como medida de seguridad.
Ya no queda plata en los cajeros
El anuncio del default por parte del gobierno heleno no generó más protestas que las descriptas. Al menos por ahora.
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