Hasta la llegada de la gestión
Macri a
Boca Juniors, siempre me sorprendió la increíble subutilización de la capacidad de marketing de los clubes de fútbol en la Argentina. Y aún hoy veo tantas oportunidades para hacer crecer marcas como
Belgrano y
Talleres que no termino de entender cómo sus dirigentes no aprovechan esos filones.
Por eso, me parece que el Plan Estratégico que
Claudio Destéfano desarrolló para
Tiro Federal va a marcar un antes y un después en la forma de potenciar este tipo de marcas y cómo relacionarla con las empresas más allá de los sponsoreos clásicos.
Tomando elementos de la
NBA, la
NFL y las ligas europeas, el plan estratégico de Tiro Federal contempla distintas formas de sponsoreo no tradicional para marcas como
Rasti,
Medialunas del Abuelo (sponsor de las medialunas de las áreas),
Helados Panda,
Bodegas Santa Ana (patrocina el tercer tiempo),
Banco Finansur (banca el banco de suplentes),
Pago Fácil,
Prosegur Activa, o
Cachamate, que es sponsor oficial del arco de la cancha que da sobre calle Matienzo (¿la casaste?).
De esta manera, un club muchísimo más chico que Belgrano o Talleres apuesta a construir rentables relaciones con empresas y públicos específicos (hinchas, periodistas y empresarios, por ejemplo, tendrán sus respectivos newsletters semanales:
Tirolandia,
Tiro Press y
Tiro Partners).
El plan de Destéfano -que podés conocer en detalle haciendo clic en el título de la nota- es muy atractivo para las empresas y ahora empezó su implementación. Luego vendrá el momento de medir los resultados. Algo me dice que -al margen de los resulados deportivos del equipo- estamos frente a una bisagra en la forma de marketinear estas marcas.
Con el claro objetivo de dinamizar la venta de vehículos -algo que logró mejor Lula en Brasil-, el gobierno nacional y la hábil Débora Giorgi anticiparon también que el Plan Gobierno dejará de estar vedado a quienes compraron un 0Km. en los últimos años.
De esta manera, para quien tiene el dinero en la mano será muy tentandor entrar al Plan Gobierno con el 30% del valor del vehículo y dejar el resto en un plazo fijo (hoy se consigue un 12% anual fácilmente) o una moneda fuerte, apostando a que el peso se devalúe encima del 8% anual en los próximos 36 meses.
Y pensar que se estatizaron los fondos de las Afjp porque éstas invertían “mal” el dinero de los futuros jubilados... ¿no?